EL MODO DE PRODUCCIÓN CAPITALISTA

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR DE EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN EN INGENIERÍA DE MANTENIMIENTO
INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGÍA DEL ESTADO BOLÍVAR

Integrantes:
Barceló, Emily C.I.: 20.774.206
Mercadante, Estefani C.I: 24.185.982
Pérez, Deivis C.I.: 24.038.076
Sifontes, Miriannys C.I.: 24.542.517

EL MODO DE PRODUCCIÓN CAPITALISTA
NACIMIENTO DEL TIPO DE ECONOMÍA MERCANTIL
Las primeras manifestaciones del mercantilismo aparecen desde el siglo XV. Ya desde entonces se observaban manifestaciones como la avidez por el oro y las riquezas en especias por los comerciantes.
En el tercer período de la Edad Media, las fuerzas productivas se desarrollaron tanto que dieron lugar al nacimiento de las relaciones capitalistas, de la burguesía como clase poseedora de los medios e instrumentos de producción, y del proletariado, la clase de los obreros asalariados, desprovistos de dichos medios y obligados a vender su fuerza de trabajo al capitalista.
El mercantilismo atravesó dos etapas, la etapa inicial que se caracteriza por el sistema monetario (el mercantilismo propiamente dicho) y que fue el más difundido en los siglos XV - XVI en Inglaterra, especialmente cuando el país padecía de hambre monetaria. Los mercantilistas identificaban el concepto de la riqueza con la tenencia de dinero; pensaban que se debía atraer al país la mayor cantidad posible de monedas de oro y plata y, en consecuencia, debían cerrarse todos los canales para su fuga. Había que gastar menos y ahorrar más dinero. El comercio exterior vendría a ser una de las principales formas de afluencia del dinero al país.
La etapa posterior del mercantilismo, representada por el sistema manufacturero o comercial, se desarrolló a fines del siglo XVI y mediados del siglo XVII, dando lugar a la teoría del balance comercial. En ésta se mantendría la idea de que la base de la riqueza dependía del comercio exterior, pero ahora no harían énfasis en acumular dinero, sino en aumentar su movimiento, o lo que es lo mismo, ponerlo en circulación para generar más dinero. La base del balance comercial era exportar más mercancías que importar, para mantener éste positivo. 

LA PRODUCCIÓN MERCANTIL
La Producción Mercantil es la producción de artículos no para el propio consumo, sino para el cambio en el mercado por medio de la compra - venta de mercancías. Es condición de la producción mercantil la división social del trabajo y la existencia de productores dueños de los medios de producción. 

La mercancía y sus cualidades
La mercancía es un objeto externo, una cosa que, en virtud de sus propiedades, satisface necesidades humanas de cualquier clase. Las características de la mercancía son
  • Este Objeto es útil, es decir, tiene un valor de uso.
  • Tiene un valor de cambio, es decir que es abstractamente útil para ser intercambiado por otros.
  • La mercancía tiene como determinación característica la de ser valor, es decir, puro cristalización de tiempo socialmente necesario
  • Ser un producto concreto del trabajo humano.

La mercancía es un objeto cualitativo (valor de uso) y cuantitativo (valor de cambio). El valor de uso es su utilidad y depende de las necesidades que tengan los individuos de una sociedad. El valor de cambio es la expresión del valor (cantidad de trabajo socialmente necesario) con la cual los valores de uso se pueden intercambiar. Así que cuatro factores coincidirían así en el objeto mercantil: ser valor de uso, ser valor de cambio, ser valor y ser producto.

El trabajo simple, complejo, directo y abstracto
  • Trabajo simple: trabajo que no exige del operario preparación especial alguna, trabajo no calificado. En la producción mercantil todos los tipos de trabajo complejo o calificado en el proceso del cambio de las diversas mercancías se reducen a trabajo simple (no calificado) y se miden mediante el trabajo simple.
  • Trabajo complejo: trabajo que requiere preparación especial, obreros calificados. El trabajo complejo es trabajo simple multiplicado (elevado a una potencia). Una hora del primero equivale a varias horas del segundo.
  • Trabajo directo: El trabajo tiene dos aspectos, por un lado, el valor de uso y por el otro expresa el valor en sí que produce. La mercancía como un bien de uso corresponde al trabajo como trabajo útil. El sastre hace un abrigo, el tejedor un pañuelo y el carpintero una mesa. Eso es el trabajo concreto o directo.
  • Trabajo abstracto: trabajo del productor de mercancías, gasto de fuerza de trabajo humano en general, independientemente de su forma concreta; es el trabajo que crea el valor de la mercancía. Cualesquiera que sean las condiciones sociales, el trabajo constituye un desgaste de fuerza de trabajo (del cerebro, de los músculos, de los nervios, etc.). Mas sólo cuando se producen mercancías, aparece en forma específicamente social, se convierte en trabajo abstracto, que expresa la dependencia recíproca entre todos los productores de mercancías. 

Tiempo de trabajo socialmente necesario
Para Marx las cosas no valen simplemente por el tiempo que cada individuo tarda en producirlas, sino por el tiempo de trabajo social promedio vigente en un momento dado y al interior de una determinada sociedad o país. Marx define al trabajo socialmente necesario así:
“El tiempo de trabajo socialmente necesario es el requerido para producir un valor de uso cualquiera, en las condiciones normales de producción vigentes en una sociedad (o país) y con el grado social medio de destreza e intensidad de trabajo. Tras la adopción en Inglaterra del telar de vapor, por ejemplo, bastó más o menos la mitad de trabajo que antes para convertir en tela determinada cantidad de hilo. Para efectuar esa conversión, el tejedor manual inglés necesitaba emplear ahora exactamente el mismo tiempo de trabajo que antes, pero el producto de su hora individual de trabajo representaba únicamente media hora de trabajo social”.

De este razonamiento se desprende que todo tiempo de trabajo contenido en cualquier mercancía, debe traducirse necesariamente en una determinada magnitud de valor, de modo que, si en cualquier relación mercantil se intercambia más trabajo por menos, esto significa que se intercambia más valor por menos en una magnitud determinada por esa diferencia de no equivalentes en trabajo insumido, aunque según los precios en dinero parezca que se intercambien equivalentes. 

La naturaleza del dinero
La meta final de todos los esfuerzos económicos de los hombres es la satisfacción directa de sus necesidades. De ahí que intercambien sus mercancías por aquellos bienes que tienen para ellos valor de uso o por bienes que tienen también carácter de mercancías. El interés económico de cada uno de los agentes les induce, pues, cuando alcanzan un mayor conocimiento de sus ventajas individuales, a intercambiar sus mercancías por otras, incluso aunque estas últimas no satisfagan de forma inmediata su finalidad de uso directo.
Es así como el proceso descrito, mediante el cual unos determinados bienes se convierten en dinero, permite comprender inmediatamente la gran importancia de la costumbre en el origen de este último. El hecho de que unas determinadas mercancías alcancen la categoría de dinero surge espontáneamente de las relaciones económicas existentes, sin que. sean precisas medidas estatales. 

El fetichismo de la mercancía en el capitalismo
Es la representación deformada, artificial, ilusoria de las cosas, de las mercancías, de las relaciones de producción, que aparece infaliblemente en el marco de la producción mercantil fundada en la propiedad privada, y sobre todo, en la producción capitalista. Aquí, el verdadero carácter de las relaciones de producción, aparece velado, disimulado, mutilado. Lo cual obedece a que, en una sociedad fundada en la propiedad privada, las relaciones de producción entre los hombres se establecen no de manera directa, sino mediante el trueque en el mercado, por medio de la compra y venta de mercancías, envoltura de esas relaciones de producción, o, como dice Marx, materialización de esas relaciones, lo que les presta un carácter mutilado de relaciones entre cosas y las convierte en algo así como propiedades de cosas, de mercancías. 

 CAPITAL Y PLUSVALÍA
El capital está formado por trabajo acumulado. Materias primas, instrumentos de trabajo y medios de vida que se emplean para producir nuevas materias primas, nuevos instrumentos de trabajo y nuevos medios de vida. Sin embargo, estos elementos sólo en determinadas condiciones se convierten en capital, bajo ciertas relaciones sociales de producción.
Las relaciones de producción varían según el carácter de los medios de producción, o las fuerzas productivas, y forman determinadas relaciones sociales que representan un grado especial de desarrollo en la historia de la humanidad. Bajo el capitalismo la propiedad de los medios de producción corresponde a un conjunto de individuos, mientras que otro realiza el trabajo. Tanto los medios de producción como la fuerza de trabajo son mercancías. La compra y venta de la fuerza de trabajo es lo específico del capitalismo.
El capital también se compone de valores de cambio. Es decir, las materias primas, instrumentos y medios de vida, no son solo productos materiales, sino también mercancías, valores de uso, pero también de cambio, intercambiables.  

Dinero y capital
Siempre hemos hablado de dinero, pero en el caso del capitalista, mediante la inversión en mano de obra y otros factores y elementos productivos, consigue agregarle suficiente valor al producto o materia prima que compra, permitiéndole de esta forma generar una ganancia que luego se convierte en capital.
Según Marx, el dinero se convierte en capital cuando con él además de comprar mercancías, se compran factores de producción de riqueza como la mano de obra, puesto que son esos factores los que permiten generar valor agregado a la mercancía inicialmente comprada, y precisamente por eso se puede vender a un valor superior al comprado, puesto que se ha invertido en factores productivos que permitieron agregarle valor al producto adquirido.
Podríamos decir que el dinero que no genera más dinero, seguirá siendo simple dinero, pero si genera más dinero, será capital. 

La fuerza del trabajo como mercancía
La fuerza de trabajo presupone la habilidad del trabajador para ejecutar determinada tarea. Por ejemplo, tejer, coser prendas de vestir, extraer minerales, etc. En concepto de trabajo concreto, crea valores de uso y como trabajo abstracto crea valor. Por consiguiente, la fuerza de trabajo empleada en la producción de mercancías representa la capacidad del trabajador de crear tanto valor de uso como valor.
La fuerza de trabajo se convierte en mercancía sólo en determinadas condiciones sociales. El esclavo por ejemplo no podía vender su fuerza de trabajo. El propio esclavo con su fuerza de trabajo pertenecía al esclavista. Se le podía vender como cualquier objeto, pero por otra parte el esclavo no podía disponer de su fuerza de trabajo.
La transformación de la fuerza de trabajo en mercancía, marcó el inicio de la época del capitalismo. 

La Ley del Valor
La ley del valor es un concepto de la economía política de Karl Marx. Se refiere al siguiente principio: “la relación de valores de cambio de dichos productos en el comercio, por lo general expresada por el precio en dinero, son proporcionales a las cantidades de trabajo humano medido en el tiempo empleado directa o indirectamente para fabricarlos o producirlos”, lo que Marx también llamó el tiempo de trabajo socialmente necesario para la producción. Por lo tanto, el valor de intercambio de productos básicos se rige por su valor, el cual es equivalente a una cantidad de trabajo humano. 

La producción de plusvalía
Una vez que el obrero vende su fuerza de trabajo al propietario del capital, éste adquiere el derecho a usarla durante toda la jornada laboral pactada, y se apropia de todos los nuevos valores creados por el trabajo del obrero.
El valor de la fuerza de trabajo se determina por la cantidad de trabajo necesario para su conservación y reproducción. Pero la cantidad de trabajo que sirve de límite al valor de la fuerza de trabajo del obrero no limita la cantidad de trabajo que el obrero puede ejecutar. La cuota de plusvalía, y por tanto la proporción en que se revaloriza el capital, dependerá de la proporción en que la jornada de trabajo se prolongue más allá del tiempo durante el cual el obrero, con su trabajo, se limita a reproducir el valor de su fuerza de trabajo o a reponer su salario
  • Plusvalía absoluta: Uno de los modos de elevar el grado de explotación y aumentar la masa de plusvalía es la prolongación de la jornada de trabajo. Los lapsos durante los cuales el obrero reproduce el equivalente del valor de su fuerza de trabajo es la creación de la plusvalía. Marx denominó plusvalía absoluta a la plusvalía obtenida mediante la prolongación absoluta de la jornada de trabajo.
  • Plusvalía relativa: En este caso, el incremento de la plusvalía se logra reduciendo el tiempo necesario de trabajo y aumentando correlativamente el tiempo adicional de trabajo dentro de los límites de la jornada laboral. Marx denominó plusvalía relativa a la plusvalía obtenida reduciendo el tiempo necesario de trabajo y aumentando correlativamente el tiempo adicional de trabajo.
  • Plusvalía extraordinaria: En las empresas en que se emplean nuevos equipos y métodos de producción más perfectos, la productividad individual del trabajo supera su nivel social. El valor individual de las mercancías producidas en tales condiciones es más bajo que el social. Y como las mercancías se venden por su valor social, eso asegura a los capitalistas la plusvalía extraordinaria. 

La jornada de trabajo
La jornada de trabajo o jornada laboral está formada por el número de horas que el trabajador está obligado a trabajar efectivamente. La jornada de trabajo no representa una magnitud constante, sino variable. Una de las dos partes que la integran se halla condicionada por el tiempo de trabajo requerido para la reproducción continua del propio obrero, pero su duración total cambia al cambiar la longitud o duración del trabajo excedente.
Pero, aun no siendo una magnitud fija, sino variable, es lo cierto que la jornada de trabajo sólo puede oscilar dentro de ciertos límites. dentro del régimen capitalista de producción, el trabajo necesario forma siempre, quiérase o no, una parte de la jornada de trabajo, que jamás se reduce ni puede reducirse a este mínimum. En cambio, la jornada de trabajo tropieza con un límite máximo, del cual no puede pasar, primero, por la limitación física de la fuerza de trabajo pues un hombre no puede trabajar sino cierta cantidad de horas por día, y segundo, por las limitaciones de carácter moral, ya que el obrero necesita una parte del tiempo para satisfacer necesidades espirituales y sociales según su cultura.
En términos generales, las horas de trabajo habituales de los países de todo el mundo están en torno a 40 a 48 horas por semana, no obstante, esta situación no se da en todas partes habiendo notables disparidades al respecto: en Francia se trabajan 35 horas por semana, en los campos de trabajos forzados de Corea del Norte se trabajan hasta 112 horas por semana. 
  
EL SALARIO
Cuando hablamos de salario nos referimos al conjunto de aportaciones económicas, tanto dinerarias como no dinerarias, que la empresa abona a sus empleados como compensación por los servicios prestados a la misma. Para Marx el salario no es el valor o precio del trabajo, sino el precio que se paga al obrero a cambio de su fuerza, puesta a disposición del propietario del capital y utilizada por éste dentro de los límites de la jornada laboral. Así que, según esta teoría, el valor de la fuerza de trabajo será determinado por la cantidad de trabajo necesaria para su producción, es decir, para el valor de las mercancías necesarias para la subsistencia del obrero y la reproducción de su fuerza.
No obstante, Marx reconoció que el valor del salario no es absoluto. El precio de la fuerza de trabajo varía según las necesidades, que dependen, en sí mismas, del tipo de civilización, del nivel de desarrollo, etcétera.
En la actualidad, las empresas no son libres de fijar el salario de sus trabajadores a su antojo, sino que se encuentran fuertemente reguladas por los organismos públicos.

El precio de la fuerza de trabajo y la naturaleza del salario
Respecto al precio de la fuerza de trabajo y la naturaleza del salario Marx señala que el salario que percibe el trabajador es un monto de dinero que se paga por el trabajo que realiza. El valor de la fuerza de trabajo determina el valor de éste o, expresado en dinero, su precio necesario. Por el contrario, si el precio de la fuerza de trabajo difiere de su valor, diferirá también de lo que se llama su valor el precio de trabajo. El valor del trabajo expresa el valor de la fuerza de trabajo; en consecuencia, aquél tiene que ser siempre inferior a su producto de valor ya que el dueño de los medios de producción trata siempre de que la fuerza laboral funcione más tiempo del necesario “para reproducir su propio valor” y así obtener ganancias.

Salario nominal y salario real
Salario nominal: salario expresado en dinero, suma de dinero que percibe el trabajador por la labor realizada. El salario nominal no proporciona una idea completa del nivel real del salario. Su verdadera magnitud depende del nivel de los precios correspondientes a los objetos de consumo personal, del valor de los servicios comunales, del volumen de los impuestos, etc.
Salario real: salario expresado en medios de vida y servicios de que dispone el trabajador; indica la cantidad de artículos de consumo y de servicios que puede comprar un trabajador con su salario nominal (en dinero). La magnitud del salario real es determinada por la dimensión del salario nominal y también por el nivel de los precios de los artículos de consumo y servicios, por la altura de los alquileres por los tributos que se impone a los obreros.
En resumen, el salario nominal es la remuneración que recibe el empleado a cambio de su trabajo; por otro lado, lo que es definido como el salario real está más bien relacionado con el coste de los productos y servicios que se requieren para cubrir las necesidades. 

Tendencia decreciente del salario real bajo el capitalismo
Aparentemente, al obrero se le paga todo el trabajo y el salario es el precio de su trabajo. Pero, como quiera que el trabajo, fuente de todo valor, no posee valor, tampoco puede tener precio. Lo que se paga en forma de salario no es toda la jornada, sino únicamente la parte en que se reproduce lo equivalente al valor de la fuerza de trabajo; durante la otra parte, no pagada, de la jornada de trabajo, el proletario crea la plusvalía, de la que se apropie el capitalista. En su afán de obtener beneficios, los capitalistas procuran disminuir el salario por debajo del valor de la fuerza de trabajo.
En los casos en que los capitalistas acceden a reducir esta jornada disminuyen correspondientemente el salario y aumentan la intensidad del trabajo de los obreros. Con el salario a destajo (por piezas) el valor de la fuerza de trabajo se paga en dependencia de la cantidad y de la calidad de los artículos elaborados o de las operaciones de producción ejecutadas. Esta forma de salario disimula en mayor medida que el salario por tiempo la explotación de los obreros. Aparentemente, el obrero vende al capitalista los productos de su trabajo. En realidad, sin embargo, el capitalista se apropia gratuitamente de parte del nuevo valor, como plusvalía. 

La lucha natural de los trabajadores contra la explotación capitalista
En el sistema capitalista cualquier trabajador de cualquier sector de la economía es explotado, de una u otra forma: 1) trabaja más horas de las necesarias para su sustento; 2) trabaja en condiciones que perjudican su salud física y/o mental; 3) apenas tiene tiempo libre para disfrutar de la vida pues trabaja demasiadas horas.
Los capitalistas utilizaron a los proletarios, ahora llamados recursos humanos, de la manera más abusiva posible. Dicho abuso disminuyó en cierta época cuando los trabajadores se unieron y lucharon para amortiguar su explotación, pero en cuanto los proletarios se volvieron a dividir el capital volvió a las andadas.
La lucha de los trabajadores de cualquier empresa pone de manifiesto una ley muy importante de la dialéctica: el todo es mayor que la suma de las partes. La fuerza combinada de los obreros en una empresa luchando por los mismos intereses es muchísimo mayor que la presión aislada de cada uno de ellos, que es la situación en que se coloca el pequeño burgués de clase media.
El socialismo es la ideología natural de la clase obrera. Cuando la lucha de los obreros contra el patrón de su empresa llega a su punto más agudo, se producen ocupaciones de empresas o se retienen a los directivos en su interior. Entonces la idea de la propiedad común nace de su condición obrera. Pero para que la empresa pueda seguir funcionando, no se puede dividir en trozos y repartir entre los trabajadores, sino que debe mantenerse unida trabajando todos en común.
También toda huelga general pone sobre la mesa, pero a un nivel superior la identidad de intereses de clase entre todos los sectores de la clase obrera. 

Conclusión 
Los modos de producción se pueden entender como la forma en que una sociedad organiza su producción a partir de unas relaciones de producción que organizan la mano de obra y los medios de producción y que varía según las sociedades, por lo cual no existen criterios rígidos sino más bien se flexibilizan de acuerdo a la sociedad.
Muchos estudiosos han definido distintos modos de producción, entre ellos Marx, quien identificó algunos como el primitivo, el esclavista, feudal, capitalista, comunista y el asiático en Formaciones económicas precapitalistas.
Las diferencias entre ellos son notables; mientras que en algunos de estos modos de producción la tierra carece de valor de compraventa, en otros, como en el modo de producción capitalista el valor puede llegar a ser muy alto. Los valores de las cosas vienen dados por la oferta y la demanda. Marx se refirió a este hecho con la metáfora del fetichismo de la mercancía (las mercancías, tras ser producidas se independizan en el mercado de los individuos que las producen).
En este modo de producción (el capitalista) el capital es de suma importancia para la economía, ya que sus diversas forman garantizan la producción de las empresas y la obtención de beneficios. Según Marx, el dinero se convierte en capital cuando con él, además de comprar mercancías, se compran factores de producción de riqueza como la mano de obra, puesto que son esos factores los que permiten generar valor agregado a la mercancía inicialmente comprada y precisamente por eso se puede vender a un valor superior al comprado, puesto que se ha invertido en factores productivos que permitieron agregarle valor a producto adquirido.
Donde existe un capital invertido se puede obtener una plusvalía, la cual es el mayor valor que se adquiere en la mercancía en un proceso productivo, es decir la ganancia en virtud del aumento del valor.    

LA ACUMULACIÓN CAPITALISTA
Todos los factores que contribuyen a elevar la plusvalía incrementan la acumulación del capital. Cuando, en una proporción dada, la plusvalía se divide en fondo para el consumo personal del capitalista y fondo utilizado para ampliar la producción, la magnitud de la acumulación será determinada por el volumen absoluto de la plusvalía. El crecimiento de la acumulación capitalista depende de la elevación de la fuerza productiva del trabajo y de la magnitud del capital en funciones. 

La reproducción capitalista simple y ampliada
Para que se realice la reproducción de capital es necesario que existan en el mercado mercancías que, por su utilidad, puedan reemplazar al capital constante (máquinas, edificaciones, materias primas, combustibles) consumido y satisfacer las necesidades de vida de los obreros, quienes con sus salarios (capital variable) adquieren lo que necesitan, y de los capitalistas, quienes lo compran con la plusvalía obtenida. En la reproducción simple, las empresas productoras de medios de producción (Sección I) deben venderlos entre ellas mismas, para reponer su capital constante, y entre las empresas productoras de medios de consumo (Sección II), para reponer igualmente el capital constante de éstas, por lo que el valor total de las mercancías de la Sección I (capital constante + capital variable + plusvalía) tiene que ser igual a la suma del capital constante de las empresas de las secciones I y II.
Por lo anterior, la suma de los salarios (capital variable; cv) más la plusvalía de la Sección I, representados en mercancías que sólo pueden consumirse en la producción, tiene que ser de la misma magnitud del capital constante (cc) de la Sección II, es decir del capital destinado a reponer los medios de producción utilizados, pues sólo con ella puede ser intercambiados. Al efectuarse el intercambio entre ambas secciones, la Sección I adquiere bienes de consumo humano que requieren sus obreros y capitalistas para vivir.
La reproducción capitalista ampliada es el proceso de renovación constante de toda la producción social capitalista en creciente volumen. Cuando la reproducción es ampliada parte de la plusvalía se capitaliza, es decir, se une al capital activo y se emplea para aumentar el volumen de la producción. Así tiene lugar una acumulación del capital. Cuando la reproducción es ampliada, lo que crece más rápidamente es la producción de medios de producción y, comparativamente crece más despacio la producción de artículos de consumo. Se establece la ley de la reproducción ampliada, ley económica llamada ley del desarrollo preferente de la producción de medios de producción. Bajo el capitalismo, la vigencia de esta ley engendra la ilusión de que la producción.

Concentración y centralización del capital
La centralización del capital hace que la riqueza social se concentre en un pequeño grupo de grandes magnates del capital o en una unión de capitalistas. Una de las formas en que el capital se centraliza es la sociedad anónima. Al centralizarse el capital (con su consiguiente concentración), ciertos propietarios de medios de producción se arruinan y son absorbidos por otros, crece la riqueza en manos de los mayores capitalistas. La centralización del capital, lo mismo que su concentración hace que el trabajo y la producción se concentren en grandes empresas, acentúa el proceso de socialización de la producción y, al mismo tiempo intensifica los contrastes sociales y los antagonismos de clase en la moderna sociedad capitalista.  

El desempleo como reserva industrial necesaria en el capitalismo
Marx trata del problema de empleo a partir del análisis del proceso de acumulación capitalista. La acumulación capitalista genera un proceso de exclusión de mano de obra que tiende a formar una reserva permanente de personas, a través de una progresiva sustitución de mano de obra por maquinaria, lo que coincide con las ideas de Ricardo sobre la introducción de nuevas maquinarias.
El sistema ha difundido la visión de que existe una superpoblación, lo cual explica la pobreza debido a los “recursos escasos”. Sin embargo, ha sido Marx en el mismo capítulo de la Ley General del Desarrollo Capitalista quien puso el énfasis en que la superpoblación es relativa a la concentración y centralización del capital y pone de manifiesto la contradicción de la existencia de desempleados cuando otros trabajadores duplican jornadas o trabajan a una gran intensidad y super explotación. Explica que en el capitalismo más bien es necesaria esa superpoblación relativa para poder arrancar un plusvalor extraordinario a la fuerza de trabajo empleada y para echar mano de esa reserva de fuerza de trabajo en épocas de auge. 

La depauperación inevitable de los trabajadores en el capitalismo
La depauperación absoluta del proletariado bajo el capitalismo se agudiza de modo especial durante las crisis económicas, en los períodos de estancamiento industrial. Los principales factores que determinan el nivel de vida del proletariado en la sociedad capitalista son: el grado de ocupación y las dimensiones del paro forzoso, el nivel del salario real y su correlación con la fuerza de trabajo, la duración de la jornada de trabajo, la intensidad del trabajo, las condiciones generales de trabajo, las condiciones de vivienda y de vida en general, el servicio médico, la asistencia social, etc. Constituye un rasgo importantísimo de la depauperación absoluta del proletariado bajo el capitalismo, el incremento del paro forzoso que, con la crisis general del capitalismo, se hace crónico, resulta insoluble y afecta a grandes masas. El paro no sólo priva de medios de vida a los obreros, los condena al hambre y a la miseria, sino que, además, agrava la situación de los obreros ocupados, provoca un descenso de su salarlo y un empeoramiento de las condiciones de trabajo, inseguridad con el mañana, insuficiencia de recursos, inestabilidad. 

La contradicción fundamental del capitalismo
La causa de las inevitables crisis económicas radica en la contradicción fundamental del capitalismo. La contradicción fundamental del Capitalismo es la que se manifiesta entre el carácter social de la producción y la forma capitalista privada de apropiarse el producto del trabajo. Marx destacó una contradicción fundamental del sistema capitalista, es aquella por la que el carácter social de la producción se contradice con la forma de apropiación privada de los beneficios, la llamada contradicción capital-trabajo. Esto tuvo plena vigencia en un contexto de capitalismo industrial, mientras no se habían desarrollado aún procesos importantes de deriva ligada a la acumulación financiera y a la relación conflictiva con el medio en el sistema capitalista. 

EL CAPITAL COMERCIAL Y LA GANANCIA COMERCIAL
En la sociedad capitalista, el capital comercial es la parte desglosada del capital industrial aplicado por un grupo especial de capitalistas, exclusivamente en la esfera de la circulación. Su función específica es atender el proceso de venta de las mercancías producidas por los capitalistas industriales. Los capitalistas industriales y comerciales explotan en común a la clase obrera, repartiendo la plusvalía producida por esta entre sí con arreglo al principio: igual ganancia sobre igual capital.
Por otro lado, la ganancia comercial es la ganancia que el capital comercial obtiene como resultado de la distribución de la plusvalía creada por la clase obrera en el proceso de producción capitalista. Su fuente está en la plusvalía creada por el trabajo asalariado en el proceso de la producción. De acuerdo con su monto, la ganancia puede ser:
  • Ganancia mínima: Es aquella que obtienen ciertos capitalistas y que les permite continuar como tales. Más debajo de este mínimo los capitalistas no estarían dispuestos a invertir y preferirían tener su dinero en otro lado.
  • Ganancia media: Es el promedio o cuota general de ganancia que obtienen los capitalistas al invertir igual cantidad de capital. Como resultado de la competencia, los capitalistas se trasladan a ramas de producción con ganancias bajas a ramas de ganancias altas, llegándose a un promedio que es la esencia media, que realmente constituye la ley de la ganancia media.
  • Ganancia extraordinaria: Es aquella que obtienen algunos capitalistas encima de la ganancia media. La ganancia extraordinaria surge de la propia competencia con el desarrollo de los monopolios, algunos autores le llaman ganancia monopolística. El resultado de las ventajas de los monopolios y del capital monopolista. 

La ganancia comercial y su origen
El capital comercial lleva a cabo la realización de las mercancías por medio de la explotación de los empleados de comercio. El trabajo del personal asalariado que interviene en la realización de las mercancías, es decir, en la conversión de éstas en dinero y del dinero nuevamente en mercancías, no crea valor ni plusvalía, pero permite al capitalista comercial apropiarse una parte de la plusvalía creada en la producción.
El salario de los trabajadores del comercio se determina por el valor de su fuerza de trabajo. Para la realización de una determinada masa de mercancías, el comerciante necesita desembolsar por cierto tiempo un capital de magnitud adecuada del que aspira a sacar la mayor ganancia posible. Si la cuota de la ganancia comercial es inferior a la cuota media de ganancia, la actividad comercial no resulta ventajosa, y los comerciantes desplazan sus capitales a la industria, a la agricultura o a otra rama cualquiera de la economía. Y a la inversa, una cuota alta de ganancia comercial atrae el capital industrial al comercio. 

Los gastos de circulación
Los gastos de circulación son los desembolsos que ocasiona el proceso de circulación. Hay que distinguir dos clases de gastos de circulación: 1) los gastos netos de circulación y 2) los relacionados con la necesidad de proseguir en la esfera de la circulación el proceso de producción.
En la economía capitalista, los gastos netos de circulación son desembolsos de capitales relacionados con el proceso de la circulación propiamente dicha, es decir, con el cambio de forma del valor. Entran en esta categoría, en primer término, los gastos para remunerar a los vendedores y a los agentes de comercio, los gastos de propaganda impresa y oral, de correspondencia, de suscripción a boletines de comercio, catálogos y guías, los gastos ocasionados por comisiones de servicio, por contabilidad y oficinas. Estos gastos no añaden valor alguno a la mercancía, son gastos improductivos de recursos monetarios, de trabajo vivo y materializado.
Los gastos de circulación impuestos por la necesidad de proseguir el proceso de producción en la esfera de la circulación comprenden los gastos ocasionados por el transporte y el almacenamiento de las reservas normales de mercancías, por su acabado, empaquetado y embalaje. Este tipo de gastos de circulación, por su naturaleza económica, no se distingue de los gastos de producción. 

Formas de comercio capitalista
Al incrementarse la producción y la circulación capitalistas, se desarrollan también las formas del comercio al por mayor y al por menor.
  • Comercio al por mayor: Es el comercio entre los industriales y las empresas comerciales.
  • Comercio al por menor:  Es la venta directa de las mercancías a la población. En el comercio, al igual que en la industria, se dan la concentración y la centralización del capital. El desplazamiento de los pequeños y medianos capitalistas por los grandes se opera tanto en el comercio al por mayor como en el comercio al por menor. En este, la concentración de los capitales se efectúa principalmente bajo la forma de la apertura de grandes almacenes generales y especiales:

ü En los almacenes generales:  Se venden toda clase de mercancías.
ü En los almacenes especiales:  Se dedican a la venta de una clase de mercancías solamente, por ejemplo: calzado, confecciones, etc.
La producción de mercancías del mismo tipo le permite al comerciante organizar el comercio al por mayor, a base de muestras. De esta manera, las mercancías corrientes homogéneas (algodón, fibra de lino, metales ferrosos y no ferrosos, caucho, cereales, azúcar, café, etc.) se venden y compran en las bolsas de comercio a base de los patrones y muestras establecidos.

Las bolsas de comercio
Las bolsas de comercio (o bolsas de valores) son organizaciones que se encuentran en casi todos los países del mundo y en donde se compran y venden valores (especialmente acciones de empresas). Sólo algunas pocas empresas de cada país cotizan sus acciones en la bolsa. Para ello deben ser de un gran tamaño y cumplir ciertos requisitos establecidos en cada país. Las mercancías objeto de estas transacciones bursátiles entre capitalistas no pasan directamente de unas manos a otras. Las transacciones se efectúan, por lo general, con fijación de plazos: El vendedor se obliga a poner a disposición del comprador determinada cantidad de mercancías dentro del término convenido y al precio estipulado. Por ejemplo, en primavera se cierran los tratos para la entrega del algodón de la cosecha futura, antes de haberse sembrado. 

El comercio exterior
El comercio exterior es el intercambio de bienes y servicios entre uno o más países que buscan satisfacer sus necesidades de demanda interna con las importaciones, y de demanda externa con las exportaciones. El comercio exterior se regula mediante acuerdos entre los gobiernos y empresas privadas, aprobados por sus respectivos entes legislativos, y canalizados a través de los adecuados protocolos de comunicación existentes en los ministerios de relaciones exteriores.
Lo realizan las personas que compran productos fuera de su país durante los viajes de vacaciones, lo aplican las empresas privadas que exportan e importan bienes y servicios para incorporarlos a su cadena productiva, y lo promueven los gobiernos con sus políticas económicas y acuerdos internacionales.
Dependiendo del tipo bien que se intercambie, el comercio exterior puede ser de productos o servicios. De acuerdo con el tipo de productos exportados o importados, el comercio exterior se puede clasificar en agrícolas, industriales, productos terminados, semielaborados o de materias primas. Según la clase de servicios, el comercio exterior se divide en financieros, educativos, informáticos, electrónicos, virtuales. 

EL CAPITAL DE PRÉSTAMO Y EL INTERÉS
El capital de préstamo
Es la forma disociada del capital industrial que se presenta bajo la forma de capital dinero que rinde interés. Su fuente son los capitales monetarios temporalmente libres de la totalidad de la clase capitalista, los ingresos y ahorros de otras clases y sectores sociales de la sociedad. La masa fundamental del capital de préstamo se forma a cuenta de los capitales monetarios temporalmente disponibles de los capitalistas industriales. Estos capitales se liberan constantemente en el ciclo del capital industrial debido a que no coincide el tiempo de las entradas de dinero provenientes de la venta de las mercancías con el tiempo de unas u otras inversiones, gastos y pagos.
Los capitales monetarios disponibles se prestan a los capitalistas, que necesitan de ellos, por cierta recompensa que adopta la forma de interés. 

El interés y la ganancia del empresario privado
El interés es una parte de la ganancia, es decir, de la plusvalía, que el capitalista en activo, industrial o comerciante que no invierte capital propio, sino capital prestado, tiene que abonar al propietario y prestamista de este capital. Si emplea capital propio, no se efectúa semejante reparto de la ganancia, pues ésta le pertenece íntegramente a él.
En efecto, cuando los propietarios del capital lo emplean por si mismos en el proceso de reproducción, no concurren a la determinación de la cuota de ganancia.
Mientras el capital funciona dentro del proceso de reproducción el capitalista industrial no tiene a su disposición el capital mismo, sino solamente la ganancia que puede invertir como renta. Mientras su capital funciona como capital, pertenece al proceso de reproducción. El capitalista es su propietario, pero esta propiedad no le permite disponer de él de otro modo, mientras lo emplea como capital para la explotación de trabajo. Exactamente lo mismo acontece con el capitalista financiero. Mientras su capital se halla prestado y actúa como capital – dinero, le produce un interés, una parte de la ganancia, pero no puede disponer de él. 

Formas de crédito: los bancos y sus operaciones
Dentro de los tipos de créditos más comunes encontramos los siguientes:
  • Créditos de Consumo: monto de dinero que otorga el Banco a personas para la adquisición de bienes o pago de servicios, y que normalmente es pactado para ser pagado en el corto o mediano plazo (1 a 4 años).
  • Créditos Comerciales: monto de dinero que otorga el Banco a empresas de diverso tamaño para satisfacer necesidades de Capital de Trabajo, adquisición de bienes, pago de servicios orientados a la operación de la misma o para refinanciar pasivos con otras instituciones y proveedores de corto plazo y que normalmente es pactado para ser pagado en el corto o mediano plazo (1 a 4 años).
  • Créditos Hipotecarios: Crédito que otorga el Banco para la adquisición de una propiedad ya construida, un terreno, como también para la construcción de viviendas, oficinas y otros bienes raíces, con la garantía de la hipoteca sobre el bien adquirido o construido; normalmente es pactado para ser pagado en el mediano o largo plazo (8 a 40 años, aunque lo habitual son 20 años). 

Las sociedades anónimas
La Sociedad Anónima o Compañía Anónima está constituida por dos o más personas. Tiene personalidad jurídica propia, el capital social está dividido por acciones o títulos de valores que pueden cederse sin el consentimiento de los demás socios; los socios responden solo hasta por el monto de las acciones suscritas, la muerte o incapacidad de uno de los socios no afecta la vida de la empresa.
La administración se efectúa por 2 órganos colegiados la junta de accionistas y el directorio, el cual designa un gerente. Están divididas en pequeñas partes denominadas "acciones". Las acciones son inversiones de capital social, lo cual significa que al comprar acciones de una corporación usted se convierte en accionista y realmente es propietario de una parte de dicha corporación.
Para constituir una Sociedad Anónima, el interesado debe abrir una cuenta bancaria a nombre de la Empresa o Compañía que se va a constituir, con no menos del 20% del capital suscrito. La ley actual exige que el capital mínimo deberá ser de Doscientos Mil Bolívares Fuertes (Bs. F. 200.000, oo) y de ese capital debe estar pagado al menos el 20%. Sin embargo, dependiendo del tipo de empresa a registrar y el objeto de la misma los funcionarios podrían exigir que aumente su capital. Por ejemplo, si se desea iniciar una empresa de construcción, se deberá aportar mucho más capital, pues solo una máquina costaría 3 veces ese valor. 

El capital ficticio y la circulación de monedas en los países capitalistas
Por la caída de la tasa de beneficio y la crisis económica en los países capitalistas, los sectores dominantes iniciaron la transferencia de una parte de la masa de plusvalía, fruto de la explotación del trabajo asalariado, desde el capital productivo al capital financiero, modificando de modo significativo el equilibrio entre los activos financieros y los activos reales.
Se fue desarrollando el mercado de derivados, formado por las transacciones en acciones, bonos, títulos y fondos de pensión, que resultaron ser la representación legal de esta forma de capital. Los derivados surgieron dentro del sistema financiero internacional y se depositaron para su valorización en instituciones como grandes bancos, compañías de seguros, fondos de pensión y de inversión, quienes se encargaron de su valorización, preferentemente en el llamado sector off–shore, en un todo de acuerdo con lo que Marx llamó el fetichismo del dinero.
Las formas que fue tomando el capital ficticio, a través de las deudas públicas y las convenciones financieras, tuvieron las características del capitalismo tardío, dado que no es capital productivo ni comercial y al no ser tampoco capital a interés aplicado a la producción de bienes, se valoriza solamente como capital parasitario. 

LAS CRISIS ECONÓMICAS EN EL CAPITALISMO
Hay varias interpretaciones acerca de las crisis de producción capitalista; algunos aducen que se deben al "subconsumo", a la falta de gasto de los trabajadores que no tienen suficiente para gastar; o al "desequilibrio", a la anarquía de la producción capitalista que implica que la producción en varios sectores puede no estar en línea con los demás y la producción apenas puede superar a la demanda; o es la falta de rentabilidad en un sistema económico que depende del beneficio de los propietarios privados para que la inversión y la producción tengan lugar.
Según Marx, “la producción capitalista se mueve a través de determinados ciclos periódicos. Pasa por fases de calma, de animación creciente, de prosperidad, se superproducción, de crisis y de estancamiento”.  

La base de las crisis capitalistas de superproducción
Bajo el capitalismo la superproducción de mercancías significa que se da un exceso de mercancías tan sólo en relación con la demanda solvente. La causa de las crisis económicas de superproducción rende en la contradicción fundamental del capitalismo: la que existe entre el carácter social de la producción y la forma capitalista privada de apropiarse los resultados de la misma. Dicha contradicción se manifiesta en la anarquía de la producción capitalista, en la alteración constante de las proporciones en la economía de los países capitalistas, en la contradicción existente entre la producción y el consumo, entre la burguesía y el proletariado.
En su afán de ganancias, los capitalistas procuran ampliar sin límites la producción, lanzan al mercado una cantidad de artículos cada vez mayor. Al mismo tiempo, elevan el grado de explotación de los trabajadores y reducen su nivel de vida. Ello hace que la demanda solvente de la población empiece a rezagarse de las posibilidades de producción, lo cual conduce, inevitablemente, a que surjan dificultades para realizar las mercancías producidas en las empresas capitalistas. Las mercancías no se venden, las empresas no pueden reponer sus gastos, se encuentran imposibilitadas de continuar producción. En consecuencia, se altera el proceso de producción en las empresas, en la correspondiente rama y en toda la economía de la sociedad capitalista.

Carácter cíclico de la reproducción capitalista
El concepto de crisis cíclicas es una interpretación, proveniente de las teorías de Karl Marx, de la sucesión de ciclos económicos en el capitalismo, sistema económico que, en la práctica, se caracteriza por sucesivas etapas de crecimiento o desarrollo económico y de crisis económica.
Marx llegó a la conclusión de que el enorme poder inherente al factory system y su dependencia de los mercados, necesariamente lleva a un incremento de la producción que los satura, disminuyendo los precios y produciendo la paralización de la producción; en una repetición de periodos de actividad moderada, prosperidad, superproducción, crisis y estancamiento. La última causa de las crisis, para Marx, siempre es la pobreza y el consumo restringido (subconsumo) de las masas.
El movimiento cíclico de la producción capitalista se encuentra vinculado a las condiciones de la reproducción del capital fijo. A pesar de que los capitales individuales se movilizan en momentos distintos y de que los tiempos de rotación del capital fijo son diferentes en los períodos de crisis, este capital sufre una desvalorización en masa y una destrucción física. Por eso la crisis sirve siempre de punto de partida para nuevas grandes inversiones de capital, y a medida que este proceso adquiere carácter masivo se pasa de la depresión a la reanimación. En esta fase, la renovación del capital fijo alcanza tal volumen que se llega al nivel de la producción de antes de la crisis y hasta puede superarse.

Las crisis agrarias y alimentarias en el capitalismo
El capitalismo en su fase colonialista tiene en su haber una extensa sucesión de crisis alimentarias. Las diferentes economías nacionales luchan por mantenerse a flote en un mundo en el que la competencia es intensa en un mercado mundial saturado. En consecuencia, los gobiernos adoptan políticas destinadas a favorecer el crecimiento de las industrias o sectores que van a reportarles mayores beneficios más que partir de aquellas que podrían cubrir las necesidades de la población.
La combinación de la utilización sin límites de los recursos naturales y la opción de la producción industrial por el beneficio, que aumenta los niveles de polución y las emisiones de gases invernadero a escala mundial, hacen que el capitalismo haya elegido la receta explosiva que contiene los ingredientes de su propia destrucción. En el terreno de la producción agrícola, la utilización de productos nitrogenados y la sobreexplotación del suelo para aumentar la producción avícola han destruido la productividad de centros agrícolas anteriormente fértiles. Si bien es cierto que la aplicación de métodos de cultivo más elaborados al comienzo de las revoluciones verdes condujo al mundo entero a un aumento de la productividad, no es menos cierto que hemos visto permanentemente una caída de la producción agrícola en todo el mundo. 

Las crisis económicas periódicas y la agudización de las contradicciones en el capitalismo
Toda crisis acarrea una reducción brusca de la producción, el descenso de los precios al por mayor de las mercancías y de la cotización de las acciones en bolsa y la disminución del volumen del comercio exterior. El volumen de producción desciende al nivel de algunos años atrás. Durante la crisis del siglo XIX, el nivel de la vida económica de los países capitalistas se retrotraía de 3 a 5 años; en el siglo XX, el salto atrás es de decenas de años.
Las crisis traen consigo la agudización de las contradicciones de clase entre el proletariado y la burguesía, entre las grandes masas campesinas y sus explotadores, los terratenientes, los usureros y los campesinos ricos. Las crisis privan a la clase obrera de muchas de las conquistas arrancadas en larga y dura lucha contra los patronos y el Estado burgués. Esto señala a los obreros que el único camino por el que pueden librarse de la explotación y la inseguridad es la destrucción de la esclavitud asalariada capitalista. Las más extensas masas del proletariado, condenadas por las crisis a indecibles privaciones, adquieren conciencia de clase y decisión revolucionaria. La incapacidad de la burguesía para gobernar las fuerzas productivas de la sociedad mina, en los sectores pequeñoburgueses de la población, el convencimiento de que el régimen capitalista es algo inquebrantable. Todo ello se traduce en la agudización de la lucha de clases dentro de la sociedad capitalista. 


Conclusiones
  • El Modo de Producción capitalista se ha reajustado. Las nuevas formas de acumulación y reproducción de capital están basadas en una combinación de valorización de capital vía del comercio, los servicios, la industria manufacturera textil, y principalmente del control financiero del dinero, del ahorro, del crédito y de actividades económicas claves para apropiarse del excedente económico interno y de las remesas.
  • La acumulación de capital genera un exceso permanente de trabajadores, que Marx denomina ejército industrial de reserva, pues el capitalista intenta continuamente reducir sus requerimientos de mano de obra. De esta manera, el propio sistema produce constantemente, por un lado, más capitalistas, y por el otro, más obreros asalariados. La “superpoblación obrera” es una herramienta de la acumulación de capital, ya que permite mantener bajos los salarios.
  • La concentración principal del capitalismo, afirma Marx, se produce entre el carácter social de la producción y la apropiación privada de sus frutos: cada producto es el resultado del trabajo de múltiples trabajadores y, entonces, la producción se vuelve social, pues muchos producen para la sociedad.
  • El capital comercial es la parte desglosada del capital industrial cuya función es atender el proceso de venta de las mercancías producidas por los capitalistas industriales. La ganancia comercial se obtiene del capital comercial creado por el trabajo asalariado en el proceso de la producción.
  • El comercio exterior o comercio internacional nace en una necesidad de venta e intercambio de bienes y servicios, luego se específica y norma el comercio exterior mediante reglamentos y acuerdos entre los países que involucran procesos, procedimientos y autorizaciones previas a la realización de la exportación o importación.
  • El capital de préstamo expresa las relaciones económicas entre los prestamistas y los capitalistas industriales y, además, entre la clase capitalista y la clase obrera explotada. El capital de préstamo, en forma de capital bancario monopolista unido al capital monopolista industrial, constituye la oligarquía financiera.
  • Respecto a las Sociedades Anónimas, en Venezuela los socios tienen plena libertad de crear compañías cumpliendo con lo establecido por el Código de Comercio, mientras no se violen principios de orden público o las buenas costumbres.
  • Por otra parte, el capital ficticio no tiene las propiedades “mágicas” que muchos le asignan. Su incremento no puede sostener por sí mismo la acumulación del capital, ni sustituir la producción de plusvalía.
  • El fundamento material del ciclo capitalista es la reproducción del capital fijo. El carácter cíclico de la producción bajo el capitalismo es una prueba de que el proceso de su desarrollo es espontáneo, el curso de la reproducción es discontinuo y el carácter del modo capitalista de producción es, en último término, transitorio.





Comentarios

  1. Buenos días. Revisada y evaluada la presente actividad.

    Como asignación individual sobre la misma, van a comentar en el blog: De todo lo antes expuesto, explique brevemente su opinión sobre el modelo de producción capitalista.

    Tienen hasta el miércoles 03/04/2017 para comentar.

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  2. En la actualidad el dinero es símbolo de poder, más si con este se pueden realizar inversiones y obtener ganancias. Por esto, al parecer, las naciones tienen más tendencias hacia el capitalismo y su modo de producción, pues la sociedad sabe que con el dinero puede satisfacer la mayor parte de sus necesidades; sin embargo, en ocasiones, las riquezas no se utilizan con esa finalidad, sino que precisamente ambicionan el poder.
    Así, cuando un país alcanza un determinado nivel de riqueza, el exceso de capital lo lleva a posesionarse del mercado de las naciones más débiles, haciendo más evidente la desigualdad social.

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  3. La competencia industrial en el modo de producción capitalista propicia la abundancia y diversidad de productos al consumidor (a veces excesivo).
    El modo de producción capitalista está basado en la amplia utilización de trabajo asalariado de los operarios; se consolidó gracias a la existencia de grupos de hombres libres y carentes de medios de producción pero con la fuerza de trabajo necesaria para hacer crecer a un industria. Estos hombres se vieron obligados, en cierto sentido debido a sus carencias, a contratarse como obreros en las empresas capitalistas, quienes tenían habían acumulado una gran cantidad de medios pecuniarios o capital para fundar y desarrollar. Pero, para el capitalismo, el trabajo es solo una mercancía más en el mercado, lo cual trae como consecuencia la explotación del hombre, predominando así los valores económicos sobre los valores humanos.

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  4. Como es bien sabido, la meta final de los esfuerzos económicos de los hombres es la satisfacción directa de sus necesidades. De ahí que intercambien sus mercancías por aquellos bienes que tienen para ellos valor de uso o por bienes que tienen también carácter de mercancías; y la forma de obtener los bienes deseados es por medio del dinero. De esta premisa es que nace la producción mercantil como tal, la cual se observa en mayor medida en un modo de producción capitalista, cuyo aspecto fundamental es la posesión de dinero. El modo de producción capitalista se caracteriza por la propiedad privada de los medios de producción, la extracción de la plusvalía creada en la producción por una clase de propietarios privados (explotación), el trabajo asalariado, y la distribución tanto de bienes de capital como de consumo de bienes en una economía principalmente basada ​​en el mercado (producción de mercancías). El modelo está, sin embargo, sustentado en vicios privados (codicia, avaricia, egoísmo) creando el individualismo y la competencia, haciendo más imprescindible el crecimiento económico y no la cooperación humana. Además, un país con un modo de producción capitalista, con el fin de producir sus mercancías, depreda los recursos naturales de la Tierra. Finalmente, las clases sociales son muy dispares e injustas en este tipo de modo de producción.

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  5. El modo de producción capitalista es uno de los modos de producción definidos por Marx determinado por un alto nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y una forma particular de las relaciones de producción. Es particular porque socialmente se basa en la existencia de proletarios, que no poseen medios de producción (los capitalistas lo tienen), y que venden su fuerza de trabajo (que es la única propiedad que poseen) para poder subsistir. A cambio reciben un salario. El contrato entre el capitalista y el proletario es, en apariencia, libre, pero el obrero se ve presionado a la constante posibilidad de perder su empleo, ya que existe un ejército industrial de reserva, es decir, un grupo de desempleados permanentes, que están dispuestos a sustituirle en cualquier momento. Muchos consideran que el capitalismo impide que el trabajador ascienda más allá del límite de su subsistencia.

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